La depresión es una enfermedad que afecta a muchas personas en todo el mundo. Es un trastorno mental que se caracteriza por un bajo estado de ánimo y sentimientos de tristeza, que pueden estar asociados a alteraciones del comportamiento y del pensamiento. Esta condición mental no tiene edad ni raza, y se presenta en cualquier persona, jóvenes, adultos y adolescentes.
Es importante comprender que la depresión no es solo una sensación de tristeza pasajera, sino que puede tener consecuencias graves y duraderas en la vida de quienes la padecen. Se ha convertido en la enfermedad mental del siglo y es una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo.
Las causas de la depresión pueden variar, desde la muerte de un ser querido hasta cambios hormonales, desepción escolar, problemas económicos o sociales y muchos otros factores. No hay una única causa que pueda desencadenarla, y es por eso que es importante estar atentos a los síntomas para poder buscar ayuda profesional lo antes posible.
Existen dos tipos de depresión: la leve y la mayor. La depresión leve se caracteriza por síntomas como el bajo ánimo, el apetito leve, la distimia y otros síntomas menos graves. En cambio, la depresión mayor se asocia con síntomas más graves y frecuentes, como la ideación suicida. En ambos casos, es fundamental buscar ayuda profesional y no subestimar la situación.
Para combatir la depresión, es fundamental buscar ayuda profesional de un especialista en conducta humana, ya sea un psicólogo o un psiquiatra. También es importante contar con el apoyo de la familia y la comunidad. No se debe ocultar ni guardar silencio sobre esta enfermedad, ya que es fundamental hablar sobre ella para poder combatirla.
Por: Karla Sosa Coronado